El arte de perfeccionar el sonido: La masterización musical

Cuando escuchamos una canción en la radio, en streaming, o en un CD, estamos disfrutando de una obra que ha pasado por un proceso de producción musical complejo y meticuloso. Esto significa que hay muchas personas implicadas en la creación musical y que los proyectos requieren su tiempo.
El proceso de grabación de un disco implica varias etapas y requiere una combinación de habilidades técnicas y artísticas. Las principales etapas involucradas en la grabación de un disco son la preproducción, la grabación, la edición, la mezcla y el mastering. A continuación, te explicamos brevemente en qué consiste cada una de ellas.
Preproducción
Es habitual que los artistas realicen una fase de preproducción antes de grabar. Durante este período, se trabajan los arreglos musicales, se definen los tempos y se ensayan las canciones. Esto ayuda a tener una visión clara de cómo se desarrollará la grabación y a optimizar el tiempo en el estudio.
Sesiones de grabación
Las canciones que previamente se han preparado en la primera fase, se graban con micrófonos y equipos de alta calidad. Cada instrumento y voz se registran por separado para tener un mayor control en la mezcla y edición posterior.
Edición
En esta etapa, se eliminan errores, se recortan secciones innecesarias, se ajustan los tiempos y se realizan otras correcciones. También se pueden realizar ajustes de afinación en las voces o instrumentos utilizando herramientas digitales.
Mezcla
Es el proceso de combinar y equilibrar todas las pistas grabadas para crear una versión final. El ingeniero de sonido ajusta el volumen, la panorámica, la ecualización y los efectos para lograr un equilibrio adecuado entre los elementos musicales y crear una experiencia auditiva agradable.
Masterización
Es el proceso final en el cual se realiza el ajuste global del sonido y se prepara la mezcla para su reproducción en diferentes formatos y sistemas de sonido. Esto implica la optimización del volumen, la corrección de frecuencias, la aplicación de compresión y la secuenciación de las canciones en el álbum.
Pero, ¿en qué consiste exactamente la masterización musical? A grandes rasgos, implica una serie de pasos y técnicas que un ingeniero de masterización utiliza para obtener el mejor sonido posible. Estos son algunos de los aspectos más importantes que se abordan durante el proceso de masterización:
  1. Ecualización: Mediante el uso de ecualizadores, se ajustan las frecuencias de cada pista para lograr un equilibrio tonal óptimo. Se eliminan o reducen resonancias indeseadas y se realzan los elementos clave de la mezcla.
  2. Compresión: Es una herramienta fundamental que se utiliza para controlar la dinámica de la música (suavizando las diferencias entre las partes más suaves y las más fuertes). Garantiza una audición más equilibrada y evita distorsiones.
  3. Control de nivel: Se ajusta el nivel de volumen general de la canción o del álbum.
  4. Secuenciación y espaciado de pistas: En el caso de un álbum, el ingeniero de masterización se encarga de determinar el orden de las canciones y el espaciado entre ellas, para lograr una transición suave y coherente.
Además de estas técnicas, la masterización también puede incluir otros procesos más específicos, como la aplicación de efectos especiales, la eliminación de ruidos de fondo o la normalización del volumen para cumplir con los estándares de reproducción. Es un proceso que requiere tanto habilidad técnica como una comprensión profunda de la música y la intención artística del creador. Los ingenieros de masterización utilizan su experiencia y oído entrenado para que los oyentes puedan disfrutar al máximo de cada canción.